Si unimos a uno de los más grandes pianistas de todos los tiempos, representante de la época dorada de la música cubana, y a uno de los mayores exponentes del nuevo flamenco, de esa colaboración sólo puede salir una maravilla. Así fue cuando en 2003, Bebo Valdés y Diego el Cigala lo hicieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario