martes, 23 de octubre de 2012

Mírame





El tiempo era testigo
de nuestros besos,
besos prohibidos.
La sombra triste de la aurora
libre ya no brilla
desde que te fuiste.

Y la verde oliva
de la verde rama,
y la verde orilla
de la agüilla en calma;
y en el horizonte
se ve reflejado
el aroma inquieto
de nuestro pasado.

Mírame,
me dijiste mírame,
me cogiste de la mano
y me acariciaste,
no me olvides nunca,
tú me susurraste.

Mírame
me dijiste mírame,
lágrimas de otoño
cubriendo el camino,
mientras tú te alejas
yo más te miro.

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