lunes, 8 de noviembre de 2010

A Celtic Tale: The Legend of Deirdre

Cuentan los ancianos del Ulster que una niña nació de Siobha en una noche de luna llena. Feidhlim, su  orgulloso padre, la acunó suavemente en sus brazos y mirándola le puso por nombre Deirdre


Según la costumbre, al día siguiente llevó el bebé a los druidas para conocer su porvenir. Los druidas miraron primero hacia las estrellas y después tristemente hacia la recién nacida. 

“¿Qué veis?”, preguntó ansioso el padre.
“Esta niña causará grandes problemas, crecerá para ser la mujer más hermosa del Ulster y será la causa de la muerte de muchos de nuestros hombres”, contestaron.

Cuando los caballeros de La Rama Roja conocieron el pronóstico del druida se inquietaron, y quisieron matar al bebé de inmediato. Visitaron al rey y le forzaron a tomar medidas. El rey Connor era contrario a terminar con la vida de la niña, porque sentía curiosidad por conocer esa futura belleza, y urdió un plan.

“Deirdre será encerrada lejos de aquí”, ordenó, ”y cuando alcance la mayoría de edad la haré mi esposa, para de esta forma evitar que se cumpla la profecía”.

Esta solución resultó satisfactoria para todos, y el rey Connor ordenó buscar un guarda adecuado para cuidarla y enseñarle durante esos años. Finalmente decidió enviarla a vivir con una mujer anciana y sabia llamada Leabharcham, en lo más profundo del bosque.

De acuerdo con la profecía de los druidas, con el paso de los años Deirdre se convirtió en una joven hermosa, muy hermosa, aunque siempre estaba sola y sólo conocía a una persona, su guarda. Una noche Leabharcham la descubrió andando dormida, y tras vigilarla toda la noche, al día siguiente ella le contó que había soñado con un guerrero de pelo oscuro, al igual que todas las noches del último mes. 

“Él era alto y hermoso, con el pelo negro como los cuervos. Su piel era blanca como la nieve y era el más valiente y audaz en la batalla”.

Leabarcham reconoció en esta descripción a Naoise, el hijo menor de Uisneach y por su frente pasó una sombra de preocupación.

“Mi niña, el de tu sueño es Naoise, uno de los hijos de Uisneach, pero no debes contárselo a nadie, porque muy pronto deberás casarte con el rey Connor”.

El tiempo pasó, y el día que cumplía quince años, mientras recogía flores en el bosque, Deirdre vio una bandada de cuervos, y uno de ellos se posó en su brazo. 

“Este cuervo es tan negro como el pelo del hombre de mis sueños”, se dijo.

En ese momento, un gran estrépito de perros y caballos la asustó a su espalda, y de repente Naoise y sus hermanos aparecieron ante su vista. En el mismo momento en que se conocieron, ambos cayeron profundamente enamorados.

“No puedo casarme con el rey Connor”, le confesó tiempo después Deirdre.
“Entonces debemos huir del Ulster inmediatamente”, dijo él, “pero en Irlanda nadie nos ayudará por temor a la cólera del rey”.

Finalmente, decidieron tomar un barco junto a los hermanos de Naoise y sus familias, fugándose a una isla de la costa del País de Alba (Escocia). Allí vivieron felices durante cinco años, hasta que una tarde otoñal apareció un mensajero del rey. Portaba un mensaje, con el perdón real para Deirdre y Naoise, y les invitaba a volver a su casa.

Deirdre desconfió del mensaje del rey, y quiso seguir viviendo en la isla, pero Naoise creyó las buenas noticias, que tanto había esperado, y comenzó a prepararse para volver a su hogar. Durante un tiempo debió vencer los obstáculos de Deirdre, que seguía teniendo un mal presentimiento sobre el viaje, pero ella finalmente cedió a los deseos de su amado.

A su llegada al Ulster, fueron enviados a la fortaleza de los caballeros de La Rama Roja, en lugar de ir directamente al castillo del rey, lo que convenció a Deirdre de que habían caído en una trampa. 

A las puertas de la fortaleza, Naoise y sus hermanos fueron rodeados por los caballeros, y tras luchar valerosamente durante horas contra guerreros mucho más numerosos, únicamente pudieron ser vencidos cuando los druidas lanzaron sortilegios que inundaron la llanura y les dejaron aislados. Fueron capturados y llevados ante el rey. 

“¿Quién matará a estos traidores para mí?” preguntó Connor. 

Ninguno de los caballeros de La Rama Roja podía matar a uno de sus compañeros, y todos se negaron. Sin embargo un guerrero desconocido de otro reino dio un paso al frente y cortó las cabezas de los hijos de Uisneach de un solo tajo de su espada.

En ese mismo momento, al no poder soportar el dolor, el corazón de Deirdre se partió, y cayó sin vida sobre el cadáver de su amado, acompañándole en la muerte.

Deirdre y Naoise fueron enterrados en dos tumbas, una junto a la otra, y cuenta la leyenda que de cada una de ellas nació un pequeño árbol, y que con el tiempo ambos árboles acabaron uniéndose, en uno solo, para toda la eternidad.



En 1997, los hermanos Mychael y Jeff Danna compusieron los temas de un disco basado en el mito irlandés de Deirdre, y su amor por Naosie. El disco se llamó "A Celtic Tale: The Legend of Deirdre", y aúna perfectamente tradición, música, poesía y sentimientos.

En la siguiente versión íntegra del disco, se encuentra incluida la narración de la leyenda por parte de Fiona Ritchie, en una de las múltiples versiones populares que se cuentan de esta leyenda tradicional irlandesa.









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